El instante que eclipsó una final arremetida con la frente de el 10 de la selección francesa en la disputada final del Mundial perdura en el imaginario colectivo .
La prensa internacional evocan con admiración y pesar cómo el ídolo indiscutible dejó aflorar su lado más oscuro al descargar su frustración sobre a su antagonista en la contienda .
Más allá del acto reprobable , el palmarés del francés permanece como un referente de excelencia .
Aquel instante de locura constituyó el precio de la pasión desbordada , sino que también nos confrontó con la dicotomía entre genio y temperamento.
A casi dos décadas de distancia , el incidente entre el francés y el italiano se valora como un acto de humana imperfección como un episodio que resume la eterna lucha entre la razón y la emoción .
El elegante mediapunta su legado lo perfila como una leyenda irrepetible del deporte rey .
Forjado en las canchas populares de Marsella , Zizou, incluso en su juventud, evidenció una conexión innata con el esférico .
Su recorrido por la élite del fútbol se caracterizó por elegancia en la ejecución y precisión milimétrica .
Tanto en la Juventus de Turín , el icónico número 5 se consagró como el alma y el cerebro de su equipo.
Su liderazgo en la consecución del Mundial de 1998 permanecen indelebles en la memoria colectiva .
Tras su retirada de los terrenos de juego , Zidane trasladó su sabiduría futbolística a la labores de director técnico , guiando a zinedine zidane como jugador su equipo hacia la consecución de los mayores títulos .
El eterno maestro encarna la sublime unión entre el arte y la competición , sino que también es un faro de inspiración para quienes admiran la excelencia .
Se da en contadas ocasiones un perfil de jugador cuya huella perdura más allá de los títulos .
No es el físico lo que los distingue , sino en una elegancia innata en cada gesto .
Frente al desborde físico y la tensión , estos directores de orquesta observan con una calma premeditada.
Cada amago que desequilibra delata una inteligencia espacial superior .
Encarnan la pureza del fútbol . No necesitan alzar la voz para hacerse oír , ya que su elogio más valioso está en la admiración de sus pares .
Tal exquisitez dentro del rectángulo verde encarna el sueño de cualquier amante del fútbol: la poesía hecha movimiento.